

La Casa de los Abuelos



¡Bienvenido a La Casa de Los Abuelos! Este no es solo un edificio; es un portal en el tiempo, un santuario donde cada muro, cada objeto y cada rincón susurra historias invaluables de la Sonsón de antaño. Aquí te invitamos a embarcarte en un viaje inmersivo al corazón de la vida de pueblo de la primera mitad del siglo XX, una época de profundos cambios y arraigadas tradiciones. Descubrirás las costumbres que forjaron el carácter de la gente, los oficios que impulsaron la economía local y los lazos de afecto y comunidad que tejieron la singular y vibrante cultura paisa. Más que una exposición, este es un espacio vivo donde la historia y el folclor no solo se ven, sino que se sienten, se viven y se celebran con cada paso que das. Prepárate para conectar con el legado de una Sonsón auténtica, donde el pasado cobra vida de una manera inolvidable.

El Patio Central
Al entrar encuentras el Patio Central que es el corazón latente de esta casa, un espacio vibrante donde la vida se desarrollaba día a día en la primera mitad del siglo XX. Bajo el cielo abierto, era el epicentro de las labores cotidianas, las tertulias familiares y los juegos de los niños.
En el centro, un pilón de piedra ha sido testigo silencioso de innumerables faenas, rodeado de plantas y macetas con una variedad de flores, la mayoría nativas, que llenan el aire con sus fragancias y colores, aún así la atmósfera completa de este patio solo pueden vivirse al recorrerlo en persona.

La Sala
La Sala era el escenario principal de la vida social y cultural de un hogar en la primera mitad del siglo XX. Un espacio de tertulia donde la historia cobra vida alrededor de una mesa de madera que perteneció al poeta Gregorio Gutiérrez González, el ‘Bardo de la Montaña’.
Con su elegante mobiliario, una vitrola, un radio de tubos y retratos ilustres, este salón te invita a imaginar las conversaciones profundas de la época. Ven y siente la resonancia histórica de este espacio único donde la cultura y la vida social se unían.

La Alcoba
La Alcoba Principal era el santuario de la vida familiar, un espacio íntimo de descanso y reflexión en la primera mitad del siglo XX. Dominando la estancia, una cama en cedro exhibe una camándula colgada del cabecero, símbolo de la arraigada fe que guiaba la vida de nuestros abuelos.
A sus pies, un par de zuecos de madera, junto a un beque de madera con su tuza, revelan los detalles más privados y sencillos de una época. Este rincón cuenta historias de costumbres que nos conectan con nuestras raíces, invitándote a imaginar el calor de un hogar lleno de paz.

El Oratorio
El Oratorio es el santuario de la fe y la espiritualidad en la Casa de los Abuelos, un reflejo innegable del papel que la religión tenía en el día a día de las familias sonsoneñas en la primera mitad del siglo XX. Un espacio de devoción, quietud y profunda conexión con lo sagrado.
En su interior se exhiben obras de arte religioso de la Escuela Antioqueña, destacando el conmovedor lienzo “Las Ánimas” del pintor Miguel Restrepo Maya. Estas piezas son un testimonio de la piedad de antaño, una experiencia que se profundiza al visitarlo.

El Comedor
El Comedor en La Casa de Los Abuelos era el epicentro de la unión familiar y la hospitalidad en el pueblo, el lugar donde los sabores y las historias se mezclaban.
Al centro, una mesa cuadrada de madera cubierta con un mantel bordado a mano, exhibe muestras de una antigua vajilla, evocando innumerables banquetes y celebraciones que reforzaban los lazos y servían de escenario para transmitir modales y valores familiares. La calidez y el ambiente de este comedor se siente incluso al observarlo.

La Cocina
La Cocina, con su piso de ladrillo, era el verdadero corazón de la casa. Aquí, el fuelle encendía los carbones para cocinar los alimentos, llenando el aire con los aromas ancestrales que forjaron el folclor culinario de las familias de Sonsón. Un espacio donde se compartía mucho más que comida.
El fogón de tres piedras, las vasijas de barro y la leña evocan un ingenio culinario de antaño. Cestos, tarros de guadua y totumas adornan las paredes de este rincón que atesora las recetas de la tradición paisa. Ven a sentir la atmósfera de este espacio y a comprender su verdadera esencia.
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1 h
8.000 pesos colombianos
